domingo, 26 de diciembre de 2010

Reformas en la política del hijo único

Cuando en 1978 Deng Xiaoping dedició introducir esta nueva política para frenar el crecimiento demográfico del país, seguramente no había pensado en las consecuencias que eso podía tener. No las negativas, al menos. Se estima que sin dicha prohibición, la población china sumaría 400 millones de personas más que en 1978. Esto es sin duda un logro, una inyección de oxígeno para una sociedad en vías de desarrollo con dificultades para alimentar a sus ya mil trescientos millones de personas.

Por otro lado, y lo que estaba en un plano bastante más oscuro, está la diferencia de géneros en la sociedad china hoy en día. Se estima que nacen 100 niñas por cada 118 niños, habiendo casos más extremos de 100/130 en ciudades rurales.

Uno de los problemas de esta política está por llegar, cuando esos niños intenten encontrar pareja y haya millones de chinos sin posibilidad de tener una. Otro problema, y posiblemente de más difícil solución, es la edad de la población. El potente desarrollo económico de China está relacionado con su enorme mano de obra, con su enorme fuerza de trabajo, a la cual explota brutalmente en el capitalismo más primitivo, en un capitalismo industrial ultraproductivo. China tiene hoy a la mayoría de su población en edad de trabajar, esto es, entre 16 y 65 años, mientras que el número de ancianos y niños es muy inferior al número de trabajadores (Chindia: Asia a la conquista del S.XII, 2010, Pablo Bustelo). A medida que pase el tiempo, esta generación que hoy trabaja, mañana dejará de aportar servicios a la economía y pasará a necesitarlos, a requerirlos. La limitación de la natalidad que ha regulado en China durante los últimos treinta años ha hecho que la fuerza de trabajo del futuro, la fuerza de trabajo potencial, sea muy inferior a la que el país posee hoy en día. Esto, para el crecimiento económico de China, resulta un gran problema a resolver para el futuro. Se prevee muy complicado mantener estas tasas de crecimiento, bajo este sistema productivo, si no se tiene la multimillonaria mano de obra que tiene el país en la actualidad.

Desde hace un tiempo se viene hablando la posibilidad de modificar esta ley, y se prevee que a lo largo del año 2011 se "liberen" de esta política hasta cinco provincias chinas para estudiar los resultados y valorar si valdría la pena modificar la ley a nivel nacional.

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