La policía china investiga a un club de MMA del interior China, acusándolo de acoger a niños huérfanos y entrenarlos para convertirlos en grandes estrellas de las artes marciales mixtas.
Según la noticia, muchos niños menores de edad, abandonados por sus familias o en situación de exclusión social, entrenan a diario y pelean entre ellos para convertirse en estrellas de las MMA, un negocio creciente en todo el mundo.
El club de MMA, por su parte, asegura que ofrece a los niños una posibilidad de futuro, les enseña a defenderse y a vivir una vida saludable, cuidando su cuerpo y su mente. Sin embargo, muchos niños parecen no soportar la presión y no disfrutan del mundo de las peleas.
En las entrevistas publicadas a los niños en un canal de YouTube, muchos de ellos aseguran que sus condiciones de vida son mucho mejores que las que tenía antes de entrar a formar parte del club. Ahora tienen una familia, un equipo, un techo, comida y objetivos muy claros.
Es difícil posicionarse en tan delicado asunto. El mundo de las peleas siempre ha sacado de la pobreza y la marginación a grandes luchadores de la historia. Sin embargo, que esta práctica se realice fuera de la legalidad puede dar paso a prácticas devastadoras.
Yo me pregunto, ¿qué pasaría si en vez de un club de MMA estuviéramos hablando de escuelas de fútbol?
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